Coop57, Seira Impuls Cooperatiu y la Fundació La Dinamo acuerdan conceder un préstamo sindicado a Som Energia por un importe de 1 millón de euros con el objetivo que pueda aumentar su capacidad de generación de energía renovable.

 

Girona, 27 de junio de 2023

Desde la economía social y solidaria hace tiempo que se tiene el convencimiento de que la transición energética es un imperativo que debe permitir avanzar hacia un modelo de generación, distribución, comercialización y uso de la energía que desarrolle sociedades más justas, democráticas y sostenibles.

Desde este deseo compartido, el 30 de junio de 2023 se pondrá en marcha esta financiación que tiene por objeto reestructurar la deuda de Som Energia pasando de corto a largo plazo para que la cooperativa pueda seguir avanzando en el cambio hacia un modelo energético 100% renovable, eficiente y en manos de la ciudadanía.

Som Energia defiende la democratización del modelo energético, entendiendo que un cambio real pasa no sólo por la generación y consumo de energía proveniente de fuentes renovables, sino que pasa por un empoderamiento ciudadano y una descentralización del mercado energético.

Las tres entidades financiadoras, con la voluntad de apoyar iniciativas transformadoras, se han puesto de acuerdo para multiplicar su capacidad de financiación y, al mismo tiempo, sostener mancomunadamente el riesgo asumido. De esta forma se da cumplimiento al deseo de utilizar el ahorro de la ciudadanía para convertirlo en crédito con un alto impacto social y medioambiental.

Las turbulencias que han afectado en los últimos tiempos al mercado energético y que todavía siguen vigentes, demuestran, cada vez más, que hay que generar instrumentos propios de la economía social y solidaria que permitan huir de las lógicas capitalistas más depredadoras e ir articulando soberanía colectiva, en este caso, tanto en el ámbito energético como en el financiero.

Por un lado y en lo que se refiere al ámbito energético, esto pasa por la propia capacidad de generación y de avanzar hacia un modelo energético distribuido, renovable y democrático. Por otra parte, la soberanía financiera pasa por tener instrumentos financieros fuertes que den respuesta a las necesidades de la economía social y solidaria y que estén articulados, gestionados y gobernados de forma solidaria, colectiva y en manos de la ciudadanía.

 

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