El Observatorio del Tercer Sector publicaba el informe "Uso de las finanzas éticas en el Tercer Sector" (2019), un estudio que da continuidad a un diagnóstico previo hecho en 2006 por FETS. Los indicadores analizados en aquel momento se han revisado y actualizado, con técnicas de investigación cuantitativas y cualitativas. Los resultados muestran un incremento en la elige de las finanzas éticas en las organizaciones del Tercer Sector.

 
Después de más de una década parece razonable pensar que los usos de las finanzas, éticas y tradicionales, hayan variado de acuerdo con los nuevos tiempos. No se puede obviar que el contexto de crisis ha generado un espíritu crítico en el conjunto de la sociedad y que, probablemente, también tiene su reflejo en las entidades del Tercer Sector. A la vez, las necesidades económicas (de la operativa, de tesorería, etc.) también han cambiado en los últimos años de acuerdo con las necesidades de las entidades así como la oferta de las entidades financieras.
 
Una cifra sintética de evolución se relaciona con el uso de la banca ética, la cual apunta a un incremento de 20 puntos entre los años 2006 y 2019. En este periodo el peso de las entidades del Tercer Sector que hacen uso de las finanzas éticas han pasado del 10% al 32% y, por lo tanto, se ha triplicado.
 
Ante este crecimiento tan significativo es importante puntualizar que del total de entidades que operan en banca ética, el 79% no lo hace en exclusividad, sino que combina esta banca con la convencional. Por ejemplo, usan los servicios de crédito por los adelantos en el pago de subvenciones otorgadas, cuando estas se aplazan en el calendario por parte de las administraciones públicas. Para hacer frente a la tesorería, las entidades recurren a entidades de crédito por estos adelantos.