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El pasado 22, 23 y 24 de octubre se celebró la X edición de la Feria de Economía Solidaria de Catalunya. Una década dedicada a la creación de una de las herramientas más potentes de visibilidad y red de las que la Red de Economía Solidaria (XES) ha dotado a la economía social y solidaria.
La fira es un espacio fantástico porque el movimiento de la ESS de Catalunya se muestre con toda su fuerza y diversidad. Demostrar que se pueden satisfacer las necesidades básicas a través de proyectos que se rigen por los principios de la economía transformadora. Ámbitos como la alimentación, la agroecología y el comercio justo, el textil, la salud y los cuidados, proyectos de asesoramiento, gestoría y consultoría, proyectos del ámbito tecnológico, la movilidad sostenible o la energía. Proyectos de vivienda, educación, cultura o comunicación. Y por supuesto, proyectos de financiación, ético, solidario y arraigados en el territorio.
La primera edición de la FESC fue en 2012. El contexto era de fuerte movilización social debido a una situación económica gravísima. Veníamos del 15M y, seguramente, esto generó un impulso para la ESS. “No somos mercancías en manos de políticos y banqueros” decíamos.
En aquel contexto, mucha gente, descontenta con el sistema y en busca de alternativas se encontró que había una que ya existía: las finanzas éticas. Esto hizo que hubiera una aceleración en el crecimiento de las entidades de finanzas éticas que asentó unas bases para poder incrementar la actividad financiera.
Parte de aquella efervescencia social se canalizó hacia la creación de nuevos proyectos de ESS que también le supuso un fuerte dinamismo y crecimiento. Siempre hemos dicho, desde Coop57, que nuestro crecimiento vendrá determinado por el crecimiento de la ESS. Y nuestra obligación es estar preparadas e interlocutando con la ESS para dar las mejores respuestas a las necesidades que se planteen.
Así en el periodo 2011-2015, en la época más cruda de recortes, de retrasos en los pagos por parte de la administración y con unos bancos que no daban créditos, nosotros hicimos el contrario e intentamos dar la mayor respuesta abriendo el grifo del crédito tan como pudimos.
Y después, desde el año 2015 y hasta hoy, el objetivo fue tener una actitud más proactiva por la construcción de alternativas de ESS, a nivel local. La ESS seguía con un dinamismo importante y se quisieron dar respuestas a nuevos ámbitos, sin dejar de hacer nada del que estábamos haciendo.
Y, los últimos tiempos, con la pandemia de la COVID-19, nos obsesionamos a “dar respuesta” y ofrecer soluciones de liquidez, moratorias a devoluciones de préstamos y refinanciaciones. Así han estado diez años intentando ser una herramienta al servicio de la ESS y de la transformación social.
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