Coop57 ha concedido dos préstamos a Som Energia por un valor conjunto de 2 millones de euros para hacer frente a los requisitos y pagos del coste disparado de la energía. Estos dos préstamos significan la operación de más volumen hecha nunca por Coop57 articulando mecanismos extraordinarios para poder dar la respuesta que Som Energia necesitaba.
 
 
El mercado de la energía. La mercantilización de un bien esencial
 
El 1997 marca un momento decisivo en el sector de la electricidad, puesto que se promueve la ley que liberaliza el mercado eléctrico español y se culmina el proceso de privatización de la empresa pública “Empresa Nacional de Electricidad Sociedad Anónima” (ENDESA). La electricidad pasaba de ser un bien básico a una mercancía, entrando en las lógicas capitalistas de persecución del máximo beneficio.
 
Esta privatización se vendió como una gran victoria para las consumidoras, puesto que según los preceptos neoliberales, un escenario de competencia (y no un monopolio estatal) aseguraba un sector eficiente, con un mejor servicio, al precio más competitivo posible.
 
Pero la realidad ha sido que los precios no han parado de subir desde entonces, llegando sucesivamente a máximos históricos hasta las caóticas cifras actuales. Y la “libre competencia” ha acabado generando un mercado en el que ENDESA, IBERDROLA y NATURGY se reparten el 90% del pastel.
 
Desde hace años, estas empresas obtienen unos beneficios astronómicos muy por encima de los márgenes de sus homólogas europeas. Desde el año 2010 y encabalgando dos crisis, las grandes eléctricas españolas han acumulado 84.324 millones de euros en beneficios netos.
 
Los últimos meses, estamos viviendo una subida de precios sin precedentes. El precio actual multiplica por seis el del mismo periodo del año pasado, provocando que la factura pueda llegar a ser un 75% más cara que la del año anterior. Y no parece que la tendencia tenga que cambiar los próximos meses.
 
Seguramente, los motivos para esta escalada son varios y entre ellos se esconden razones geopolíticas y de mercado, pero también son alertas de un sistema económico basado en la extracción desmesurada de recursos y que se sitúa cada vez más al límite del colapso. Y en el caso concreto de territorio del estado español, también juegan un papel preponderante las piezas de un tablero de juego viciado y sesgado que le ha permitido, al oligopolio energético, influir sobre las leyes del sector con la sensación que dictaba el contenido, ignorar el cumplimiento de leyes autonómicas contra la pobreza energética y las, evidentes y tristemente conocidas, puertas giratorias donde se compra la mayor y mejor influencia política posible.
 
El problema del aumento de precios de la electricidad
 
Esta subida tan abrupta de precios en el mercado eléctrico provoca, no tan solo un incremento en la tensión de la economía doméstica de tantísimas personas y aboca a la pobreza energética a miles y miles de hogares, sino que tensa, de manera crítica, la tesorería de muchos proyectos más pequeños de comercialización de energía. Hay quién podría pensar que hay una estrategia voluntaria para levantar los precios y “limpiar” del mercado, antes no se hagan más grandes, toda una serie de pequeñas molestias al gran oligopolio energético.
 
Una de las entidades que ha sufrido todos estos cambios del mercado eléctrico y ha tenido que trabajar a contracorriente para adaptarse al nuevo contexto ha estado Som Energia. Por muchas, la cooperativa de producción y comercialización de energía verde de referencia. La cooperativa explica que la subida de precios ha hecho aumentar considerablemente la cantidad de dinero que la cooperativa tiene que avanzar a diferentes organismos, para poder llevar a cabo su actividad en el mercado eléctrico.
 
Por un lado, el coste para adquirir energía en el mercado eléctrico se ha incrementado repentina y considerablemente y, por tanto, la cantidad de dinero que debe adelantarse antes de poder recuperarlo a través de los cobros, se ha disparado poniendo a prueba la fortaleza financiera de la cooperativa. Por otro lado, se han incrementado también las garantías que se tienen que depositar para comprar la energía (mecanismo requerido por el mercado eléctrico). 
 
Además, una de las medidas del gobierno para mitigar el aumento de la factura de electricidad a los hogares ha sido la de rebajar el IVA del 21 al 10% y , así, dejar de tratar la electricidad como un bien de lujo. Pero la rapidez con que se ha aplicado ha provocado que las comercializadoras tengan que sostener la diferencia durante unos meses, con el impacto que esto comporta sobre la tesorería.
 
A la hora de instaurar cambios, se hacen con poca previsión y poca información previa, y sin contemplar medidas atenuantes. Esto dificulta la adaptación, especialmente a las comercializadoras más pequeñas, que tienen que aumentar de manera muy repentina su fortaleza financiera hasta el momento en que puedan recuperar el dinero avanzado. 
 
La solución cooperativa y las redes de apoyo
 
Las lógicas capitalistas, pero, no cuentan con un factor extra: las cooperativas, por encima del capital, están hechas de personas y cuando estas actúan en red, coordinadas y con un objetivo común, pueden conseguir hitos increíbles y lograr, juntas, aquello que por separado sería imposible.
 
Por un lado, Som Energia ha activado su base social a través de la captación de capital social para poderse autofinanciar a través de sus socias. En muy pocos días han conseguido el hito marcado de 10 millones de euros. A la vez, ha buscado apoyo financiero desde el cooperativismo de crédito, del cual Coop57 ha formado parte.
 
Coop57 ha concedido dos préstamos a Som EnergIa por un valor conjunto de 2 millones de euros. Una parte ayuda a sostener la rebaja en el IVA de la luz hasta que la hacienda pública le devuelva la diferencia. La otra parte dota de liquidez a la cooperativa para hacer frente a los requisitos y pagos del coste disparado de la energía.
 
Estos préstamos significan la operación de más volumen hecha nunca por Coop57. Para poder dar la respuesta ágil y útil que Som Energia necesitaba, se articularon mecanismos extraordinarios tanto para asumir el importe de la operación como para acelerar los canales de aprobación técnica y política de la operación sin rebajar, en ningún caso, los estándares democráticos y de transparencia de Coop57.
 
Som Energia y Coop57: una relación de hace años
 
Hay que destacar que ambas entidades hace años que tienen relación. Estuvimos presentes en los orígenes de Som Energia, antes incluso que se constituyera, ayudando a conformar su propuesta cooperativa. El año 2012, Som Energia se hace socia de servicios de la cooperativa de servicios financieros. Desde el 2015, Coop57 participa del capital social voluntario de la cooperativa energética. El 2016, las dos entidades firman un convenio para promover la financiación de proyectos de eficiencia energética y energías renovables. El año 2017, se pone en marcha el concurso del Germinador Social, que este año ha celebrado su quinta edición
 
Coop57 y Som Energia han estado compartiendo camino desde el inicio, sabiéndose una al costa de la otra. Y en los momentos de necesidad es cuando hay que activar todos los mecanismos para coordinar la ayuda y demostrar que desde la intercooperación, la confianza y el tejido social y productivo de la ESS se puede hacer frente a los mayores desafíos.
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