En tiempo de pandemia las previsiones han pasado a ser más líquidas que nunca. Y la capacidad de amoldarse a nuevas realidades se ha agudizado. El 2020 se vio cambiado de arriba abajo por la repentina situación en la que nos encontramos. Adaptar, en tiempo récords, los procesos sociales, técnicos, económicos y políticos, además de mantener los circuits y toma de decisiones colectivas que caracterizan Coop57. El plan de trabajo para el 2021, a pesar del contexto, se ha construido con la misma voluntad de siempre y marca las grandes líneas y prioridades a trabajar durante el año.

2020: Balance de un año diferente
 
Empezó con el desarrollo habitual, celebrando las asambleas pertinentes del primer trimestre, aprobando un plan de trabajo y un presupuesto. En general, cogiendo fuerzas para seguir trabajando un año más para la transformación social y económica de nuestra sociedad.
 
Sin embargo, el mes de marzo todo cambió. De repente, estábamos encerradas en casa. Sin poder salir. Sin poder ir a trabajar, sin poder ver a amistades, familiares, amigos y amigas, compañeras de trabajo. El mundo había cambiado y todavía no lo sabíamos. Nuestras vidas y nuestras relaciones humanas, afectivas y profesionales ya no podían ser las de siempre.
 
Cuesta hacer memoria cuando las cosas pasan tan intensamente pero, en un inicio, las medidas de prevención por la COVID-19 tenían una vigencia de 15 días. En general, se pensaba que aquella situación tan extrema no podía durar demasiado. Nos parecía que aquello seria pasajero y rápido de revertir. Pero poco a poco entendimos que ya todo se vería afectado por estas circunstancias. Desde Coop57, como siempre, la respuesta de su base social fue inmediata, profunda, comprometida y solidaria. Las personas vinculadas a los órganos y comisiones de trabajo, así como el equipo técnico, se volcaron en readaptar lo más rápido y con la mayor calidad posible los procesos sociales, técnicos, económicos y políticos.
 
Nos grabamos, a fuego, un lema: Coop57 da respuesta. Teníamos que seguir siendo una herramienta útil al servicio de los movimiento sociales y de la economía social y solidaria. Tanto Coop57 como su Fundación  creyeron necesario orientar sus fuerzas a atender las nuevas necesidades surgidas de la crisis pandémica. En dos meses, se refinanciaron unos 100 préstamos por valor de más de 4,5 millones de euros, aplazando el retorno de las cuotas hasta que se pudiera revertir la situación actual.
 
Igualmente, el funcionamiento ordinario tenía que continuar, tanto las nuevas altas de socias colaboradoras y las nuevas aportaciones de capital, como la evaluación y aprobación de nuevas socias de servicios y de nuevos préstamos. Las comisiones sociales, técnicas y consejos de cada sección territorial encontraron la forma de seguir funcionando de manera participativa, democrática y transparente, pese la distancia. La implicación de todas las personas y entidades en estos órganos, imprescindibles por el funcionamiento de Coop57, fue impresionante. Las personas de las estructuras técnicas vieron borradas las líneas que separaban la vida personal y  profesional y se hicieron todos los equilibrios y esfuerzos para que la caldera tuviera siempre combustible para seguir funcionando.

La respuesta de la base social de Coop57 también ha estado a la altura de los retos colectivos que aparecieron. Entendiendo y adaptándose también a la nueva situación, e implicándose en los proyectos de solidaridad y de apoyo mutuo en que ha participado la Fundación Coop57 –fuera cómo impulsora o bien intercooperando con otras organizaciones de la ESS. 
 
Finalmente, las socias también respondieron con mucha implicación en otro de los nuevos retos: las asambleas. Por primera vez en la historia de la cooperativa, no podían ser presenciales. Se tenían que montar, en tiempo récord, sistemas que garantizaran el acceso universal, la veracidad de los votos y la participación directa de la base social de Coop57. La primera experiencia virtual de Coop57 fue muy positiva y se hicieron los procesos democráticos, garantizando los derechos de todas las socias, tanto las colaboradoras como las de servicios.

 

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