A lo largo de los años, se han articulado diversos mecanismos internos para garantizar, el máximo posible, las aportaciones de los socios y socias:

  • Anualmente se dotan, el máximo posible, las provisiones (aquel dinero que se reserva para hacer frente a posibles eventualidades) para posibles impagados.
     
  • Destina el 100% de los beneficios a reservas.
     
  • Se trabajan las mejores garantías posibles en los préstamos concedidos para minimizar los impagos, desde la implicación colectiva y el sostenimiento colectivo del riesgo.
     
  • Exige a las entidades que reciben financiación que hagan aportaciones adicionales para nutrir un fondo solidario llamado Fondo de Garantía de Préstamos, para afrontar a posibles impagos.
     
  • Acota la cantidad máxima de los préstamos que puede recibir una entidad socia y, así, se limita y se distribuye el riesgo.
     
  • Transparencia e información: los socios y socias podéis conocer adecuadamente y en todo momento la situación económica de la cooperativa.
     

Hasta la actualidad, con las provisiones que cada año se han estado dotando, se han podido absorber los impagos que se han ido sucediendo. Por lo tanto, el resto de medidas nunca se han tenido que utilizar y solo se usarían, si hiciera falta, para evitar que las aportaciones de ahorro se vieran afectadas.