La primera asamblea puramente presencial de la cooperativa Coop57 Asturies pudo hacerse en una de las fincas del Bosque de Fungi, en Cabranes.

Fungi Natur es uno de los 20 proyectos que integran la cooperativa de servicios financieros en Asturies -en el total de la cooperativa, son 1.001 socias de servicios, FungiNatur se dedica al cultivo y producción de la seta japonesa shiitake  y ofrece cursos de formación en bioconstrucción. 

A los más de 20 millones que maneja la cooperativa en territorio del estado español, hay que complementar otro medio millón que ha gestionado la Fundación Coop57, siempre en alianza y para fortalecer iniciativas de movimientos sociales diversos. Además de revisar la memoria social y las cuentas de la cooperativa, la asamblea sirvió de marco para contrastar apreciaciones sobre cómo había afectado la pandemia a los proyectos locales, y qué perspectivas se prevén en la postpandemia. 

Se evidenció que han sido muchas las afectaciones y dificultades, pero también variadas para cada uno de los proyectos que conforman Coop57 Asturies. Económicas para quienes no han podido distribuir sus productos de forma normalizada, o realizar sus actividades formativas, o han visto sus ingresos deteriorados por burocracias prolongadas. Anímicas para las personas que han sentido restricciones de forma notoria a sus acciones comunitarias, en incluso los propios planes de la cooperativa afectados en algunos de los eventos preparados (extensión y difusión de la herramienta, 25 aniversario de la cooperativa, por ejemplo), que se han visto en la tesitura de aplazarse.

En el excepcional paraje de bosque asturiano y tras explicaciones de cómo se construye un pequeño edificio en técnica de bioconstrucción con todos los elementos sacados de las inmediaciones de la finca, la asamblea congregaba a la mayoría de las entidades que agrupan la cooperativa (socias de servicios, usen o no la herramienta financiera, o que quieren impulsar este modelo de economía social y solidaria), y algunas de las personas socias ahorradoras (cuyos ahorros, por fuera de la “banca armada", permiten los créditos para el impulso de los proyectos de contenido solidario, social, ético). Otras no pudieron todavía llegar, pero se implican de alguna forma en los grupos de trabajo que permiten la participación y la toma de decisiones, la comisión social, la comisión técnica, o el consejo de sección astur, a las que manda y orienta la asamblea.

Tiempo hubo asimismo para compartir alimentos traídos por cada asociada, sin faltar productos hechos en el propio Cabranes, como los ya citados y sabrosos hongos, o la Asturcilla que elabora Kikiricoop. Otras entidades cooperativizadas son El Telar Asociación, Asturies con Bici, El Prial, Fundacion Edes, Espacio Caracola, Pachakuti, La casa azul de occidente, Cambalache, Eco Ultravioleta, IPE Asturias, Centro Alfalar, La Luna cooperativa, y La Taza de Zinc. La última entidad en asociarse a Coop57 Asturies ha sido la Asociación Luar.

Entre las perspectivas comentadas y propuestas estuvieron la recuperación de planes relacionados con la difusión de la herramienta de financiación de Coop57, que puede abarcar a espacios como la Universidad y su facultad de económicas, el propio parlamento astur (dado que salieron a relucir aspectos legislativos que perjudican al cooperativismo), o los sindicatos, en comparativa de otros lugares (como Colombia) donde el espacio cooperativo se ha desarrollado bajo fuerte apoyo sindical y en paralelo a la reivindicación obrera. Finalmente, se propuso en el futuro organizar charlas sobre las diferencias cruciales entre banca convencional y “armada” que interviene decisivamente en el comercio de armamento y por lo mismo en propiciar las guerras, y la banca ética que elimina esa posibilidad. 

La siguiente asamblea, el 23 de septiembre, se acordó hacerla en el occidente del territorio astur.

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